lunes, 29 de agosto de 2016

FIBRA DE CARBONO TRENZADA

   


       La empresa japonesa Komatsu Seiren Fabric Laboratory empleó este material para reforzar su sede. Kengo Kuma se encargó del diseño.

       Cabkoma_Strand_Rod es una nueva fibra de carbono fabricada por la empresa japonesa Komatsu Seiren Fabric Laboratory. Se trata de un material liviano y resistente realizado a partir de fibras sintéticas e inorgánicas revestidas con una resina termoplástica como terminación. Los filamentos de esta nueva fibra de carbono la convierten en el refuerzo sísmico más liviano del mundo, según el fabricante. Para demostrarlo, la empresa asiática decidió poner a prueba al material en el exterior de su sede. Encargó al arquitecto Kengo Kuma el diseño de una estructura antisísmica que envuelve y protege al edificio.


       “Es un material más fuerte que el acero, a pesar de ser más liviano y delgado, con el que he podido realizar un refuerzo sísmico transparente”, explica Kuma, el primer arquitecto en aplicar estas fibras en una obra. Fuerte y flexible son dos cualidades que en conjunto “hacen de esta una tecnología revolucionaria”, definió el proyectista. 


       Un rollo de 160 metros de largo de Cabkoma pesa apenas 12 kilos y puede ser fácilmente transportable. En comparación, un equivalente en metal con la misma resistencia pesa aproximadamente cinco veces más.

       El concepto del proyecto de Kengo Kuma se asemeja a un velo que cae sobre el edificio creando una cortina de varillas en el exterior. Ante la existencia de un sismo, las varillas de fibra de carbono trenzadas tomarán los movimientos ascendentes y descendientes que generan cargas de tracción y compresión sucesivamente, mientras que cada cara contribuye a tomar los esfuerzos horizontales en todas las direcciones.  

       Como complemento de ese sistema, en el interior del edificio se colocó una serie de entramados diagonales tendidos entre los pórticos (perímetro de viga, columnas y piso) y en paralelo a algunas fachadas. “La posición y orientación de cada varilla fue calculada con programa informático”, dice el arquitecto.

       Para fabricar esa cortina protectora, las varillas se cortaron en el largo requerido. En cada extremo se les insertó un terminal metálico que sirve de unión con un perfil L perforado que recorre todo el perímetro del edificio en el borde superior. Para la fijación inferior se embutieron placas metálicas en el piso para recibir los terminales. La unión quedó cubierta simulando el efecto de que las varillas nacen directamente del piso, acentuando aún más su ligereza.


       La cortina deja algunas aberturas que permiten atravesarla e ingresar al edificio. El trabajo se complementó con refuerzos que reemplazan las barandas de las escaleras. En este caso, las varillas toman la altura del entrepiso.