El danés Bjarke Ingels, ha reinventado el zoológico – al hacer que nosotros los seres
humanos seamos los que están en cautiverio y los animales libres a nuestro
alrededor.
Su plan para el Givskud "Zootopia", un parque zoológico construidos en los años
sesenta en el sur de Dinamarca, es un mundo donde los animales andan libres,
liberados de jaulas y tanques, mientras que los visitantes los observan ocultos
a su vista, enterrados bajo el suelo o en el interior oscurecido de pilas de
troncos. Un escenario de más de 1 millón de m² en el que las bestias nunca se
enterarán de que estás allí, cuidadosamente oculto detrás de las escenas.
"La mayor y más importante tarea de un arquitecto es ... asegurarse de que
nuestras ciudades ofrecen un marco generoso para diferentes personas - de
diferentes orígenes, economía, género, cultura, educación y la edad - para que
puedan vivir juntos en armonía", dice el Bjarke Ingels Group (BIG). "En ninguna
parte es este desafío más enconado que en un zoológico."
Cápsulas flotantes... Los visitantes se encontrarán cara a cara con los
animales, recorrerán el parque en cápsulas de espejo. Cápsulas flotantes...
Los arquitectos propusieron, para reducir la acritud, desterrar a los captores
humanos debajo de la alfombra - en algunos casos, literalmente. Los visitantes
podrán observar leones desde un bunker debajo de una colina y ver a los pandas a
través de una pantalla de bambú. Podrán ver a los osos desde una casita
escondida en una pila de troncos de los árboles, y ver las jirafas través de
agujeros cortados en una ladera.
"En vez de copiar la arquitectura de los distintos continentes, haciendo
arquitectura vernácula, se propone integrar y ocultar los edificios lo más
posible en el paisaje", indicaron los arquitectos - deseosos de evitar ese
enfoque tipo Disney habitual de los templos de Sumatra para ver los tigres y los pandas, mediante la supresión de todos los edificios
juntos.
Vistas fugaces... Los visitantes podrán flotar por encima de las cabezas de los
osos en un teleférico.
El esquema también rompe el modelo tradicional de interminables extensiones de
concurrencia pública que rodean pequeños recintos. En su lugar, se canalizará a
los visitantes hacia una plaza circular central, concebida como una especie de
campamento base, de la que a continuación se aventurarán en la selva, y
explorarán los tres continentes temáticos a lo largo de rutas serpenteantes, ya
sea flotando a lo largo de un río sinuoso a través de Asia, en bicicleta a
través de la sabana africana, los visitantes serán alojados en pequeñas cápsulas
de espejo, bajo el supuesto un poco extraño de que los animales no serán capaces
de ver manchas metálicas brillantes paseando a través de sus territorios.